Desgraciadamente, cada vez encontramos más noticias que protagonizan víctimas de acoso escolar o bullying, una lacra de la sociedad de la que tiene tanta culpa el acosador como los que le ríen las acciones. El problema al que se enfrentan los padres de estos niños o niñas que sufren acoso escolar es que puede que no se den cuenta de que su hijo está siendo el blanco de las risas de sus compañeros de clase o de centro educativo.
Por eso, en este post te vamos a explicar algunas actitudes que deberían encender tus alarmas, bien sea para hablar con el equipo directivo del centro, o con el personal pertinente, para tomar medidas legales o para acudir a terapia con tu pequeño. Esto último le devolverá el ánimo y el autoestima.
¿Cuándo hablamos de acoso escolar o Bullying?
Hablamos de bullying cuando un niño o niña está sufriendo un acoso por parte de uno o varios compañeros en su centro escolar, ya sea físico o psicológico. La RAE define Bullying como «Práctica ejercida en las relaciones personales, consistente en dispensar un trato vejatorio y descalificador a una persona con el fin de desestabilizarla psíquicamente».
Es una forma de violencia entre compañeros, en la que uno o varios agreden de manera constante a otro compañero. Este último, la víctima de acoso escolar, llega al punto de no poder defenderse de manera efectiva y suele estar en una posición de desventaja o inferioridad, ya sea porque tenga una personalidad más tímida o porque la agresión sea muy constante.
Como decimos, la agresión puede ser física o psicológica, o una mezcla de las dos, y los padres de la víctima y el personal del centro educativo no siempre son conscientes de que se está produciendo un caso de acoso escolar, porque esto puede ocurrir fuera de las aulas. Es un auténtico drama para muchos escolares.
Perfil del agresor
Los agresores suelen tener un perfil impulsivo, de baja tolerancia a la frustración, con dificultad para cumplir normas, afán de protagonismo y provienen de entornos familiares hostiles con escasa educación emocional. Suelen ser populares y la conducta se ve reforzada por el beneplácito de los demás. Reírse o humillar a otros es una forma de proyectar la vulnerabilidad que no toleran en sí mismos.
Su perfil, como decimos, responde a las siguientes características:
- Personalidad irritable y agresiva
- Impulsividad
- Rendimiento académico bajo. No siempre es así, pero, de manera general, suelen ser escolares que no prestan interés por los resultados.
- Sus comportamientos en las aulas se caracterizan por subidas de tono, bromas y actitudes desafiantes.
- Asume el rol de líder ante un grupo de alumnos de características psicológicas parecidas.
- Escasa educación emocional y falta de empatía.
Estos rasgos son los que normalmente presentan los niños o adolescentes que ejercen bullying, pero también existe un perfil que se encuentra en el lado opuesto: alumno brillante, de familia de alto nivel social y educado. A estos es más difícil identificarles como agresores, porque sus conductas de cara a docentes suelen ser excepcionales.
Perfil de la víctima
Por otro lado, los alumnos o alumnas víctimas de acoso escolar suelen tener problemas de autoestima, dificultades en la relación social, se muestran ansiosos e inseguros y no son capaces de defenderse. Suelen venir de familias con tendencia a la sobreprotección y presentan alguna característica física o psicológica poco común que los hace especialmente vulnerables a las burlas de los demás.
En muchos casos, los niños victimas de acoso escolar no comunican el abuso a los adultos por miedo o por vergüenza, por lo que las agresiones se incrementan. Es por este motivo por lo que los padres tienen que estar muy atentos a posibles indicadores: ansiedad o miedo ante el colegio, pesadillas, dolor de cabeza o de estomago frecuentes, aislamiento social, falta de apetito, tristeza, etc.
Aunque algunos estudios identifican una serie de características psicológicas comunes en las víctimas de bullying, las víctimas de acosos escolar constituyen un grupo muy heterogéneo, lo que, por desgracia, hace que cualquier alumno o alumna pueda ser agredido. No obstante, estos factores comunes pueden ser:
- Tener algún tipo de trastorno del aprendizaje o sufrir alguna discapacidad física o psíquica.
- Pertenecer a un grupo étnico, religioso, cultural o de orientación sexual minoritario.
- Tener una personalidad introvertida o reservada.
Cómo identificar el Bullying
Las actitudes o comportamientos que deben hacer saltar tus alarmas y acudir así a terapia o tomar medidas son:
- Lesiones inexplicables
- Pérdida de material escolar o personal
- Cambios en los hábitos alimenticios
- Quejas por dolor de cabeza o de estómago frecuentes
- Conducta agresiva en el entorno familiar o susceptibilidad
- Pesadillas o dificultad para conciliar el sueño
- Escapes de orina
- Disminución del rendimiento académico o falta de interés
- Evitación de actividades escolares
- Disminución de autoestima
- Autolesiones o hablar de pensamientos sobre la muerte
Qué hacer en caso de acoso escolar
La mejor manera de combatir el acoso escolar en las dos direcciones es educar a nuestros hijos en la empatía, solidaridad y el respeto a las diferencias. De esta manera se evita que se vuelvan los hostigadores de otros niños. También es conveniente educarles en la capacidad de auto-afirmación y auto-defensa para saber responder en caso de ser las víctimas.
Tanto padres como profesores deben instruir a los niños para que no secunden las burlas que los acosadores hacen a sus víctimas, pues el «observador» tiene tanta culpa como el agresor. De esta forma es más fácil eliminar estas conductas al no quedar reforzadas por la complicidad de los demás.
En caso de sospecha, no dudes en llevar a tu hijo a un psicólogo clínico que pueda analizar más profundamente la situación y tu caso particular. En Psicólogos Móstoles Constitución te ayudamos a superar los problemas generados por bullying o acoso escolar. Nuestra amplia experiencia nos avala. Somos especialistas en terapia para niños y adolescentes.
Además de esto, no dudes en comunicar tus sospechas a los profesores o equipo directivo del centro y, si es necesario, a las autoridades pertinentes. Los padres de los agresores también deben ser conocedores de que sus hijos están actuando como agresores y están socavando la felicidad de otros niños.
El bullying es un tema muy serio que hay que frenar. Por eso, presta mucha tención al comportamiento de tus hijos, porque actuar a tiempo es crucial.
