No todo lo que hacen los niños es cosa de niños, por eso hay que saber identificar cuándo sus comportamientos son fruto de la inmadurez propia de la edad o de un estado o trastorno psicológico que precisa de la atención y tratamiento de un psicólogo. Por eso, como Psicólogos en Móstoles especialistas niños y adolescentes, destinamos este post a hablar de la psicoterapia para niños, de las señales que deben encender las alarmas a padres y familiares cercanos y de cuándo llevar a tu hijo al psicólogo.
Qué es la psicoterapia infantil
La psicoterapia infantil es el conjunto de técnicas y procedimientos que llevamos a cabo como psicólogos en Móstoles y que están destinados a generar y mejorar el bienestar social y emocional del niño o niña. La intención de esta es que el o la menor aprenda habilidades que le permitan resolver dificultades sociales, emocionales y de comportamiento.
La psicología para niños y niñas busca ofrecer las herramientas para que estos sean capaces de utilizarlas en momentos de crisis, de igual modo que la terapia destinada a adultos. No se trata de resolver problemas en consulta, sino de que los pacientes sepan resolverlos fuera de ella.
Cómo funciona la terapia psicológica en niños
En el tratamiento psicológico de los niños es imprescindible que los padres se impliquen, ya que ellos son verdaderamente los que más y mejor pueden regular la conducta desadaptativa de sus hijos. Para ello, primero realizaremos un estudio psicológico con el niño o niña y con sus padres, para así recoger la historia clínica y las circunstancias familiares, sociales, médicas y personales que le rodean.
Debido a la falta de madurez de los niños, nosotros, como psicólogos en Móstoles, utilizaremos el juego y el dibujo como método de acercamiento al mundo interno del niño.
Cuándo llevar a tu hijo pequeño al psicólogo
Así, si tú como padre o madre percibes estas señales durante un tiempo en tu hijo o hija pequeña, deberías llevar a tu hijo al psicólogo:
- Problemas de conducta y de atención: desobediencia, rabietas e hiperactividad
- Fracaso escolar y trastornos en el aprendizaje o de adaptación social
- Agresividad o falta de control de impulsos
- Es víctima de Bullying o acoso escolar
- Conducta antisocial y falta de límites
- Baja autoestima, depresión, ansiedad: tristeza o llanto sin motivo aparente
- Conducta retraída o aislamiento
- Celos patológicos fraternales o filiales, hacia, por ejemplo, nuevas parejas de los padres o hermanos pequeños
- Trastornos de la alimentación (anorexia, bulimia, obesidad)
- Enuresis y encopresis
- Problemas emocionales derivados de la separación o divorcio de los padres o por la pérdida de un ser querido
- Terrores nocturnos
Como decimos, es muy difícil identificar cuándo a nuestro hijo o hija le pasa algo, pues, por la inmadurez que caracteriza a esas edades, es complicado saber cuándo se trata de comportamientos propios de los niños o de cuándo tienen un problema serio. Por eso, si tu hija o hija tiene desde hace algún tiempo uno de estos problemas o varios a la vez, consúltanos sin compromiso si sería necesario acudir a terapia. Siempre te recomendaremos lo mejor para tu hijo.
En este post te contamos las ventajas de acudir a terapia con tu hijo o hija.
Psicología para adolescentes
El caso de la terapia psicológica para adolescentes es algo más compleja. La adolescencia es una etapa especialmente conflictiva entre padres e hijos, lo que dificulta darse cuenta de si a nuestros hijos adolescentes les ocurre algo que precise de ayuda psicológica o no. Además, rara vez los padres acuden con sus hijos a terapia en esta etapa porque piensan que se trata de comportamientos adolescentes que les ocurre a todos en mayor o menor medida.
El adolescente se está buscando a sí mismo y puede tener comportamientos muy erráticos y contradictorios, ya que tan pronto se comporta como un adulto que como un niño, cambia de vestimenta, de gustos, de preferencias continuamente y es altamente influenciable por el grupo de amigos que frecuenta. Además, tiene la necesidad de experimentar.
Son los padres los que deben detectar cuando estos comportamientos «conflictivos» o conductas desadaptativas son propios de la edad o más bien de un problema psicológico.
Cuándo llevar a tu hijo adolescente al psicólogo
Así, serían motivo de consulta entre otros, siempre que no aparezcan de forma puntual, los siguientes trastornos:
- Consumo de drogas, abuso del alcohol y otras sustancias
- Trastornos alimentarios del tipo anorexia y/o bulimia, obesidad, etc.
- Inhibición, retraimiento social, fobia social: falta de amigos, de integración y participación social, aislamiento
- Falta de control de impulsos
- Ansiedad, fobias o miedos irracionales
- Problemas de rendimiento o de concentración, fracaso en los estudios y/o ansiedad ante los exámenes.
- Depresión, llanto recurrente y tristeza
- Baja autoestima
- Bullying o acoso escolar
- Desorientación con respecto a la propia identidad psicosexual
- Ideación y tentativas suicidas. Autolesiones
- Promiscuidad sexual
Consulta psicológica infantil y adolescentes en Psicólogos Móstoles
La consulta de psicología clínica de Móstoles cuenta con Psicólogo Clínico para niños y adolescentes especializado en la evaluación y tratamiento de los trastornos psicológicos y emocionales más comunes que se pueden presentar durante la infancia.
Pero, como hemos indicado, si decides llevar a tu hijo al psicólogo debes poner de tu parte como padre o madre, pues, al fin y al cabo, eres el referente de tus hijos o hijas.
Somos psicólogos en Móstoles y psicólogos en Arroyomolinos, pero también disponemos de consulta psicológica online por si no puedes desplazarte hasta la consulta. Así que, si crees que tu hijo pequeño o adolescente necesita de atención psicológica, ponte en contacto con nosotros, porque es mejor tratar el problema a tiempo. Te daremos las herramientas para que como madre o padre sepas gestionar sus conductas y comportamientos, haciendo lo propio con él o ella.
Y no te asuste, porque los hijos no vienen con libro de instrucciones. Si no sabes qué le ocurre o cómo le puedes ayudar, nos ocuparemos nosotros.