Ahora que empezamos a ver la «luz al final del túnel», desde Psicólogos Móstoles Constitución te comentamos los problemas psicológicos y emocionales que nos podemos encontrar en esta nueva fase que nos toca afrontar.
Hasta ahora el miedo te ha mantenido en un estado de «alerta adaptativo» necesario debido a que el «PELIGRO» era real… En esta fase lo único importante era sobrevivir y posiblemente dejaste a un lado los problemas que antes te acuciaban… Ahora, cuando el factor estresante empieza a ceder, comienza una nueva etapa, por un lado empiezan a retornar los problemas previos pre-existentes (posiblemente agravados al haberse desatendido) y por otro “el dolor de las heridas sufridas» se empieza a dejar notar…
Todos hemos sufrido algún tipo de «pérdida» en esta situación, de seres queridos (en los casos más graves), pero también de otro tipo: pérdida de trabajos, negocios, ingresos, planes, vacaciones o proyectos que no se han podido ni se podrán realizar por el momento… Todo ello te generará todo tipo de emociones que tendrás que aprender a gestionar: frustración, rabia, impotencia, tristeza, estrés…
Por otro lado la vuelta a la llamada «Nueva normalidad» también va a suponer un pequeño “trastorno adaptativo” a aquellas personas que han hecho un “parón completo de su actividad laboral” durante el confinamiento y ahora tienen que volver a retomarla. En estos casos pueden aparecer síntomas parecidos a los de un «síndrome post-vacacional» (salvando las distancias) como pueden ser: decaimiento, falta de energía, ansiedad, trastornos del sueño, stress…
Por último, tardaremos un tiempo más en superar «el miedo» a los posibles contagios, ya que estamos en una fase dónde nos toca aprender a vivir con el virus y todos tenemos muchas dudas e incertidumbres todavía sobre cómo se van a ir desarrollando los acontecimientos… Solo con el tiempo y viendo que la situación se mantiene bajo control lograremos superar el temor, manteniendo siempre la prudencia y las conductas de protección… Es posible que personas con ciertas patologías previas, tipo hipocondría, trastornos obsesivos, ansiedad o similares, tengan problemas en adaptarse a esta fase y se agraven sus síntomas…
Si los síntomas se vuelven persistentes o demasiado intensos o frecuentes, es el momento de consultar con un especialista de la Salud Mental. Es posible que el estrés vivido durante este periodo haya hecho de “detonante” de otros desordenes emocionales previos o se hayan agravado los pre-existentes…