Existen diversas maneras de regular la conducta y el comportamiento de las personas, siendo el refuerzo positivo una de las estrategias más populares para conseguirlo. Esto es porque impulsa la repetición de una conducta deseada, sin necesidad de hacer uso del castigo o la agresión. Se trata de una técnica disciplinaria de estímulo, que ayuda con la crianza positiva, la educación y la transmisión de valores.
A pesar de que existen muchas visiones, según el autor que consultemos, desde Psicólogos Móstoles analizaremos este tipo de refuerzo, viendo, con ejemplos, cómo funciona y cómo debe usarse para alcanzar el objetivo deseado. Asimismo, veremos en qué se diferencia del refuerzo negativo y cuán beneficiosos pueden estos reforzadores durante el desarrollo y la crianza de nuestros hijos.
Qué es el refuerzo positivo
En Psicología, el refuerzo positivo es una estrategia del condicionamiento operante que implica la adición o aplicación de un estímulo positivo inmediatamente después de un comportamiento deseado, cuya finalidad es lograr que ese comportamiento se repita. En otras palabras, cuando se da una recompensa, que no tiene por qué ser necesariamente material, después de una acción con el objetivo de fortalecer la conducta premiada.
Este refuerzo tiene como acción básica conseguir que un efecto o conducta se produzca a futuro y se mantenga en el tiempo. Asimismo, muchas veces aplicamos el refuerzo positivo en la vida diaria sin darnos cuenta. Por ejemplo, si alguien nos abre la puerta y se lo agradecemos, lo más seguro es que esa persona vuelva a hacer la acción por sentir que hizo algo positivo.
Se trata, simplemente, de reconocer el esfuerzo o acción que ha hecho otra persona, para así validarla y, en definitiva, mejorar su autoestima.
Tipos de refuerzo positivo
Según el Center for Early Education and Development (CEED), existen varios tipos de refuerzos positivos- Los más comunes son:
- Refuerzo positivo natural. Cuando nuestras acciones causantes generan unas consecuencias lógicas derivadas de ellas mismas.
- Refuerzo positivo por recompensas. Disfrutar de una situación agradable tras realizar una tarea que requiere cierto esfuerzo.
- Refuerzo positivo social. Cuando alguien o grupo de nuestro entorno valora una tarea o acción que hemos realizado. Por ejemplo, un responsable de departamento agradeciendo a su equipo el buen trabajo.
- Refuerzo positivo tangible. Disfrutar de un bien tangible positivo (juguetes, dinero…), tras realizar una tarea o comportamiento que requiere cierto esfuerzo para la persona premiada.
Qué es refuerzo negativo
Como adelantábamos al principio, a veces no es fácil discernir entre refuerzo positivo y negativo, que a su vez pueden causar confusión con el castigo o la extinción.
Lo primero que debemos recalcar es que el refuerzo negativo no es un castigo. El refuerzo negativo es un sistema por el cual se pretende conseguir una conducta determinada eliminando un estímulo que puede ser negativo o poco deseado para el individuo.
La palabra “negativo”, entonces, no indica que la consecuencia vaya a ser negativa para la persona, puesto que puede hacer más probable la aparición de una conducta deseable. Puedes ver ejemplos más adelante.
Por tanto, tanto el refuerzo positivo como negativo pretenden instaurar o potenciar un comportamiento o conducta. La diferencia reside en que si añadimos estímulos agradables estaremos hablando del refuerzo positivo y, por el contrario, si lo hacemos quitando o evitando estímulos no deseables, debemos hablar de refuerzo negativo.
Ejemplos de refuerzos positivos y negativos
Según los cuatro tipos de refuerzo positivo:
Ejemplos de refuerzos positivos naturales:
- «Si voy al gimnasio y me cuido, me sentiré mejor».
- «Si estudias mucho, tendrás más posibilidades de aprobar».
Ejemplos de refuerzos positivos por recompensas:
- «Has terminado todas tus tareas, así que puedes irte a dar un paseo».
- «Termina de recoger y luego podrás jugar con tu nuevo juguete».
Ejemplos de refuerzo positivo social:
- “Muy bien hijo, te has organizado muy bien esta semana con tus tareas”.
- “Felicidades, [nombre alumno], tu examen ha sido fantástico”.
Ejemplos de refuerzo positivo tangible:
- “Si te comes todas las verduras, el fin de semana te llevaré al cine”.
- “Si aumentas las ventas en tu departamento, te aumentaremos el sueldo».
Ahora, veamos algunos ejemplos de refuerzo negativo en distintos entornos:
- En el entorno familiar: “Si haces los deberes y estudias, mañana no tendrás que fregar los platos”.
- En el laboral: “Quienes rellenen adecuadamente los formularios de los clientes, estarán exentos de pagar en la cafetería. La empresa corre con el gasto”.
- En el educativo: “Quienes levanten la mano para preguntar y esperen a que les dé la palabra, no tendrán que recoger el material deportivo después del recreo”.
Conclusiones
Existen innumerables estímulos interactuando en el comportamiento de una persona. Aunque tratemos de controlar algunos para modificar hábitos, es importante, en caso de que queramos reforzar a nuestros hijos, que lo hagamos con periodicidad y siendo constantes.
En Psicólogos Móstoles guiamos a nuestros pacientes a través de programas de refuerzo que les ayudarán a instaurar nuevos comportamientos con los que, poco a poco, irán sustituyendo los estímulos agradables (refuerzo positivo) o la evasión de estímulos desagradables (refuerzo negativo), por estímulos sociales e internos con unos cimientos sólidos.
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