¿Tu hijo o hija se agita en medio de la noche, grita aterrorizado/a con los ojos abiertos y no te responde? Probablemente esté teniendo un terror nocturno, que no es lo mismo que una pesadilla. Así que, si estos sobresaltos te preocupan, lee este post en el que te contamos qué son los terrores nocturnos, a qué edad aparecen y qué puedes hacer ante ellos o qué podemos hacer en Psicólogos Móstoles para ayudarte.
Pero, antes de entrar en materia, te decimos que son más comunes de lo que piensas, pues lo presentan alrededor del 17 % de los niños de entre 4 y 12 años, son completamente normales y desaparecen con el tiempo.
Qué son los terrores nocturnos
Los terrores nocturnos son episodios de miedo intenso, gritos y agitación que se producen durante la fase más profunda del sueño. En ocasiones, se manifiestan porque tu hijo puede despertarse de manera brusca y aterrorizado y, mientras que a ti te asustan y te preocupan, él al día siguiente no recuerda nada de los sucedido.
Se consideran «parasomnia», que es una experiencia no deseada durante el sueño, como el sonambulismo, pero no llega a ser lo mismo.
Los terrores nocturnos pueden durar desde unos segundos hasta varios minutos, lo que puede desesperar aún más a los padres, pero, como decimos, no suelen ser causa de preocupación.
Nosotros, como Psicólogos en Móstoles, intervenimos cuando estos terrores causan problemas para conciliar el sueño o suponen un riesgo para su integridad, pues, en caso de levantarse de la cama, pueden caer al suelo o hacerse daño.
A qué edad aparecen los terrores nocturnos
Los padres que se preguntan qué son los terrores nocturnos también tienen la duda de si su bebé puede presentarlos. Normalmente no, porque suelen darse en niños de entre 4 y 12 años, aunque existen casos registrados de niños más pequeños que sufren terrores nocturnos.
Además, hay niños que solo experimentan este trastorno en una ocasión a lo largo de toda su vida, mientras que otros experimentan varios y muy continuados.
Lo bueno es que, a medida que el sistema nervioso de los pequeños va madurando, estos episodios desaparecen. De no ser así o en caso de que los terrores nocturnos se prolonguen en el tiempo y sean muy recurrentes, es aconsejable acudir a terapia infantil. Como Psicólogos en Móstoles, nos gusta mandar un mensaje tranquilizador a los padres porque estos terrores nocturnos son comunes, pero no está de más coger cita para, al menos, descubrir la causa y aconsejarte en la forma de hacerles frente.
De hecho, según la Asociación Española del Sueño (ASENARCO), se estima que un 40% de las personas ha sufrido algún episodio de terrores nocturnos durante su infancia. Por el contrario, sí suponen motivo de mayor preocupación cuando los terrores nocturnos ocurren durante la edad adulta, pues suelen ser la consecuencia de problemas de ansiedad o depresión.
Síntomas de los terrores nocturnos
Como hemos indicado, los terrores nocturnos no tienen nada que ver con las pesadillas aunque muchas personas los relacionen. Mientras que el niño que se despierta tras una pesadilla recuerda detalles de ella, el que sufre un episodio de terror nocturno sigue durmiendo tras él como si nada hubiera ocurrido y al día siguiente no recuerda nada.
Suelen ocurrir durante el primer tercio de la noche, rara vez en las siestas, y pueden provocar sonambulismo. Pero hay otros síntomas que te ayudarán mejor a identificar qué son los terrores nocturnos:
- Sentarse en la cama de repente.
- Gritar atemorizadamente y llorar.
- Suelen hacerlo con los ojos abiertos y con la mirada fija.
- Respiración muy agitada, aumento del ritmo cardíaco y sudoración.
- Dar golpes y patadas.
- No consigues calmarle ni despertarle (tampoco debes intentar esto segundo).
- Tranquilizarse después de unos segundos o minutos y volverse a dormir como si nada hubiera ocurrido.
- No recordar nada a la mañana siguiente.
- Algunos niños o niñas también bajan de la cama y mantienen una conducta agresiva si se les impide el paso.
Cuáles son sus causas
No existen unas causas concretas por las que se produzcan los terrores nocturnos. Lo normal es que suceda porque el sistema nervioso del niño se excite demasiado durante el sueño durante las dos primeras horas de haberse ido a la cama.
Otras causas pueden ser que esté demasiado cansado o no haya dormido lo suficiente previamente, que esté enfermo, que duerma en un sitio diferente a su cama o que haya antecedentes familiares de terrores nocturnos o de sonambulismo.
También se piensa que los terrores nocturnos pueden estar relacionados con el desarrollo inmaduro del cerebro, que hace que el niño tenga dificultades para pasar de una fase del sueño a otra.
Cómo te podemos ayudar en Psicólogos Móstoles
En primer lugar, como padre o madre debes mentalizarte de que estos episodios no hacen sufrir a tu hijo o hija ni suelen estar relacionados con trastornos psicológicos, por lo que conviene dejar que pasen solos.
En caso de que tu hijo o hija esté sufriendo un terror nocturno, puedes ayudarle encendiendo una luz tenue en su habitación y cogerle de la mano hasta que vuelva a dormirse, pero no intentes razonar con él o ella y, sobre todo, no le despiertes. Simplemente debes asegurarte de que no se puede hacer daño con ningún objeto o que no se caiga de la cama.
Cuando se le haya pasado y se tranquilice, ayúdale a recostarse, dale un beso de buenas noches y déjale dormir.
En caso de que estos episodios sean recurrentes y muy continuados, sí que te recomendamos comentarlo con el pediatra o directamente con un psicólogo infantil. En Psicólogos Móstoles somos especialistas en terapia infantil, la cual puede ser útil para enseñarle a gestionar sus emociones estresantes.
Así, en consulta evaluaremos su caso y la causa de los terrores nocturnos, para ver qué clase de terapia será la mejor para tu pequeño o pequeña. Así que, si te preocupan sus terrores nocturnos, llámanos. Y si no estás en Móstoles o alrededores, podemos realizar una consulta psicológica online.