La adolescencia puede ser una etapa muy difícil para nuestros hijos e hijas. Se trata de una fase en la que se producen muchos cambios físicos y psicológicos y en la que se está creciendo mientras esa vorágine de cambios en el cuerpo y en la mente hacen su parte. A esto se le suma que es una edad en la que pueden aparecer diversos trastornos psicológicos, como todos aquellos relacionados con la alimentación, problemas de comportamiento, etc. Hoy veremos que no es raro que niños y adolescentes presenten problemas relacionados con el comportamiento en algún momento de su desarrollo. Más concretamente, nos adentraremos en uno de los tipos más frecuentes de trastorno emocional y de comportamiento: el trastorno disocial o de conducta.
Qué es el trastorno disocial
El trastorno de conducta es un trastorno emocional y del comportamiento grave que puede darse tanto en la niñez como en la adolescencia. Un niño con este trastorno puede mostrar un patrón de comportamiento disruptivo y violento, así como presentar problemas para seguir las reglas.
No obstante, un comportamiento es considerado un trastorno de conducta cuando perdura en el tiempo y viola los derechos de los demás, va en contra de las normas aceptadas de comportamiento y perturba la vida cotidiana del niño o la familia.
Los niños que manifiestan trastorno disocial tienden a ser egoístas e insensibles a los sentimientos de los demás. Así mismo, esto les lleva a acosar a otros niños, causar daños a la propiedad, mentir o robar sin sentir culpabilidad alguna.
Cómo identificar el trastorno de la conducta
Por norma general, se trata de un trastorno que suele comenzar al final de la infancia o al principio de la adolescencia. Además, suele presentarse con más frecuencia en niños varones que entre las niñas. Pero, ¿cómo sabemos si alguno de nuestros hijos padece este tipo de trastorno? Bien, pese a que ya hemos visto algunas muestras de comportamiento, un niño o adolescente con trastorno disocial se caracteriza por:
- Se muestran egoístas.
- Tienen problemas para relacionarse con el resto.
- Son propensos a la mentira o al hurto.
- Pueden causar daños a la propiedad o mostrar crueldad con los animales.
- Carecen de sentimiento de la culpabilidad y no muestran empatía hacia los sentimientos y bienestar de los demás.
- Suelen intimidar a otros, profesar amenazas o inmiscuirse en peleas con asiduidad.
- Tienden a malinterpretar los comportamientos ajenos, viéndose amenazados y reaccionando de manera agresiva.
- Por último, los niños con trastornos de conducta irritables, tienen baja autoestima y tienden a tener rabietas frecuentes.
Causas que pueden originar un comportamiento disocial
No se conoce la causa exacta del trastorno de conducta. Sin embargo, se cree que puede ser el origen de una combinación de diversos factores:
- Factores biológicos. Algunos estudios sugieren que defectos o lesiones en ciertas áreas del cerebro pueden provocar trastornos del comportamiento. Concretamente, el trastorno de conducta se ha relacionado con las regiones cerebrales involucradas en la regulación del comportamiento, el control de los impulsos y las emociones.
- Factores genéticos. Muchos niños y adolescentes con trastorno disocial tienen familiares cercanos diagnosticados con algún tipo de trastorno mental: trastornos del estado de ánimo, ansiedad o depresión, trastornos por abuso de sustancias y de la personalidad.
- Factor ambiental. Por ejemplo, llevar una vida familiar disfuncional, haber sufrido abusos, experiencias traumáticas, tener antecedentes familiares de abuso de sustancias o adquirir una disciplina inconsistente por parte de los padres o tutores.
- Factores psicológicos. Algunos expertos apuntan a que los trastornos de conducta pueden reflejar problemas con la conciencia moral (en particular, falta de culpa y remordimiento) y déficits en el procesamiento cognitivo.
- Factores sociales. Un bajo nivel socioeconómico o no ser aceptado por sus padres parecen ser también factores de riesgo para el desarrollo de un trastorno disocial.
Tratamiento del trastorno disocial o de conducta en Psicólogos Móstoles
En primer lugar, el paciente necesita ser evaluado en profundidad por psicólogos Móstoles. Debemos valorar si los síntomas o la conducta mostrada pueden estar afectando a sus relaciones personales, a su vida escolar o al entorno laboral, si fuera el caso. Asimismo, también debemos conocer el entorno social, así como identificar cualquier otro posible problema subyacente en la salud mental o el aprendizaje del paciente.
En el caso del trastorno de conducta, la psicoterapia puede convertirse en una gran alidada, ya que puede mejorar el autoestima del paciente y su autocontrol. Por ello, esto les ayudará a mejorar considerablemente su comportamiento.
Como psicólogos en Móstoles, tratamos este problema mediante una evaluación, diagnóstico y correcto tratamiento, proporcionando a nuestros pacientes las herramientas que precisan para superar su problema. Estamos afincados en Móstoles, cerca de Arroyomlinos (Madrid), aunque también realizamos terapias online. Consúltanos sin compromiso.